miércoles, 22 de julio de 2015

POEMA

DESAHOGO

(Pinotepa viejo)
Me gusta ver a mi gente, cuando baila la chilena
Porque la sangre caliente
Se me alborota en la mente, y se me olvidan las penas;

Es que bailar la chilena no es simple acontecimiento;
Ni son pañuelos al viento, sintiendo la fiesta ajena;
¡El baile de la chilena, es profundo sentimiento!
Que va vistiendo por dentro, al ir corriendo en las venas.
  Como tropel de caballos, en una tarde de apuestas.
Van llegando a mi memoria, recuerdos de Pinotepa.
El fresco de la mañana, aroma a campo y floresta;
Serenata por las noches, con guitarra o con orquesta.
¡Así recuerdo a mi tierra! ¡Así era mi Pinotepa!
Modesta en sus pretensiones ¡pero grandiosa en sus fiestas!
  El sonar de la herradura, martillando al empedrado
Me recuerda a CHICO CUANDI, En su caballo goteado,
Tirando versos al aire, trovador y enamorado.
  ¡Como extraño a las campanas que llamaban a oración!
¡Aquella linda tonada!.
Como música encantada de santuario y religión;
Por eso con la emoción, que me causa la alborada,
¡Escucho sus campanadas, pero aquí en mi corazón!
  ¡El zócalo de mi pueblo, tenía un sabor provincial!
Viejo kiosco colonial, con guarnición de pretiles;
Su corredor de ladrillos, rodeado de toronjiles,
Y color verde chipiles, bancas de recio metal.
En el pasillo que había, entre el parque y el mercado,
Gente sencilla vendía,
El agua fresca de chía y tamales de pescado,
Tortillas de ambos lados, el pan y las enchiladas,
Blanco atole de granillo,
Suspiros y bocadillos, totopos y sal quemada.
  ¡Como poder olvidar, aquello que fue mi vida!;
Si hasta en la forma de hablar,
En el vestir y el andar, ¡llevo a mi costa prendida!.
Me gusta desayunar memelitas de manteca,
Y los domingos pasear, por tus barrios Pinotepa.
Pero después de almorzar, me amarro bien la correa,
Para restar de bolea, ¡En tu pelota mixteca!
  Aunque han pasado los años, y ese tiempo quedo lejos,
Yo no olvido las costumbres, de mi Pinotepa viejo,
Me paro de madrugada, antes que salga el lucero,
Con mi jícara de atole y un pan de pico de suelo,
Para trabajar la tierra, para forjar el acero;
Para realizar la ordeña o arriar la bestia al arriero
Para cargar el abraje ¡Porque yo soy salinero!
Almuerzo  por las mañanas con tortillas de maíz nuevo.
Chirmole de chicatana, o hierba moras con huevo,
Con tamales de iguana, tichindas de corralero,
Y al principio de las aguas, ¡Un buen caldo de cangrejos!
  ¡Como poder olvidar a tantas costumbres viejas,
Si ya cerca del final, cuando un malestar me aqueja
¡Hasta el baño con bandeja resulta medicinal,
  Aunque al pasar de los años, le cambió el rostro a mi pueblo,
¡Yo no olvido las costumbres de mi Pinotepa viejo!
Y en un rincón del redondo, sobre un  tapexte de alejo,
Siempre tengo pa´ curarme, un marracito de añejo;
Le voy mezclando en mi Sangre, como lo reza el consejo,
Pa´que me saque el mal aire, y los achaques de viejo,
Y cuando el sol va cayendo, por la noche derrotado,
En mi butaque de cuero, con este cuerpo cansado,
Va sacando el pensamiento, cosas que ya había olvidado.
  ¡Así me voy consumiendo, recordando tiempos viejos!
Y espantando a la nostalgia, con un traguito de añejo,
El tiempo me va venciendo y mi sueño es cortito
Al despertar por las noches, me voy sintiendo solito,
Y mirando al infinito ¡Ruego al poder Soberano!
El día que el sueño sea largo, y el despertar muy lejano,
Quiero quedarme dormido con mi marrazo en la mano!
¡Soñando que sigo vivo!
¡Que es un domingo temprano!
¡Que estoy pensando en mi pueblo!
¡En el corcel de mis años!
¡YO…. YO  NO OLVIDO LAS COSTUMBRES DE MI PINOTEPA VIEJO!
 Poema: desahogo (Pinotepa viejo)
Autor:   Enrique Toscano Clavel.

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