NOTA

Guerrero, el estado con mayor éxodo de jornaleros agrícolas: Tlachinollan

Guerrero es el estado con el mayor éxodo de jornaleros agrícolas registra por año a estados del bajío y centro del país.

Cada año, por lo menos 40 mil personas se van de sus lugares de origen a trabajar en campos de siembra. De esa cifra el 47 por ciento son mujeres.
Cada día las migrantes desempeñan jornadas de trabajo de más de 10 horas con un sueldo de 60 pesos al día.
Estos migrantes desempeñan jornadas de trabajo de más de 10 horas con un sueldo de no más de 60 pesos al día.
Estas cifras fueron dadas a conocer este miércoles durante la presentación del informe “La Montaña de Guerrero: Tierra de Mujeres Migrantes”, que presentó Isabel Margarita Nemecio, del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan.
Dijo que las mujeres deciden abandonar por temporadas sus pueblos para emplearse como trabajadoras agrícolas lo hacen sin las condiciones mínimas de seguridad y se exponen a dificultades como falta de servicios médicos para ellas y sus hijos.
La edad productiva de una mujer jornalera es de los 7 a los 50 años y más del 25 por ciento desempeña su trabajo con un niño cargándolo en la espalda envuelto en un rebozo, ya sea su hermano o su hijo, expuso.
El Consejo de Jornaleros agrícolas migrantes, integrado por 17 migrantes, de los cuales 11 son hombres y 6 mujeres y brinda apoyo a quienes año con año viajan a otros estados para emplearse como jornaleros, explicó Margarita.
Además llevan una lista con los datos de cada uno de los migrantes, para tener un control de cuántos salen anualmente y de qué municipios son, trabajan sin el apoyo del gobierno, solo la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) federal que seis meses en el año establece un comedor comunitario para quienes llegan a esta sede a registrarse.
De septiembre de 2013 a abril de este año iban más de 10 mil guerrerenses registrados en la lista del Consejo del Migrante.
Dos jornaleros compartieron sus experiencias durante la presentación del libro: “La montaña de Guerrero: tierra de mujeres migrantes”, proyecto que financió el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan.