NOTA

Padres de familia corren a maestros faltistas en Ometepec

Una mayoría absoluta de los padres de familia de la escuela secundaria técnica “Benemérito de las Américas”, de Cochoapa, comunidad de Ometepec, votó estos jueves por la expulsión de cuatro maestros que continuamente faltan a sus labores, afectando la educación de los alumnos.

En el plantel número 88 se reunieron 182 padres, a quienes de principio a fin el supervisor escolar Delfino Aguirre Rivero intentó inducir para que permitieran la permanencia de los maestros Antonino Peláez Domínguez, maestro de formación cívica e historia; Pablo Barroso Tapia, física y química; Antonio Benito Morales, inglés; Aabdías Morales Hernández, artes; todos con el señalamiento de faltas reiteradas a sus actividades sin que se hubieran corregido a pesar de varias pláticas en ese sentido.

En la reunión que inició a las diez de la mañana y concluyó una hora después, el supervisor escolar Delfino Aguirre Rivero les advertía “no me comprometo a decir cuánto habría reposición de estos recursos”.

Los señores le contestaron que de por sí sus hijos han estado sin clases por el ausentismo de los mencionados maestros, quienes no hicieron caso ni al comité de padres de familia ni al director del plantel, Juventino Molina Cruz. A éste último un paterfamilia pidió “que se ponga las pilas”.

Andrés Álvarez Camarillo, presidente del Comité de Padres de Familia dijo ante la concurrencia que varias veces hablaron con los faltistas, pero éstos nunca se corrigieron, por lo que pidió a los paterfamilias que resolvieran la permanencia o la expulsión, prevaleciendo la segunda opción.

A la hora de la votación, el supervisor Delfino Aguirre Rivero mencionó primero la propuesta de la permanencia de tales maestros faltistas, luego la suya de que se les diera otra oportunidad solo este ciclo escolar, y hasta el final mencionó la opción original y mayoritaria, de que se fueran.

Los ayudantes de Delfino Aguirre contaron 35 personas que alzando la mano pedían la permanencia y 83 la expulsión, pero sus colaboradores dijeron que había ganado la propuesta de que continuaran los maestros faltistas, generando la inmediata protesta de algunos padres de familia, quienes exigieron que el comité de padres contara los votos, y que además Delfino Aguirre mencionara primero la propuesta original, la de la expulsión.

Al repetir la votación y con la primera propuesta de expulsión, la gran mayoría alzó la mano, descartando un conteo riguroso debido a lo evidente de cuál era la decisión mayoritaria.

En la lista original de expulsables estaba la prefecta Atenea Arias Acosta, pero en una maniobra que sí le dio resultado a Delfino Aguirre Rivero, la sometió a votación por separado, diciendo que la señora tiene una hija enferma a la que lleva a terapia, logrando que en la votación ella continuara en su trabajo. En todo momento Delfino Aguirre Rivero intentó manipular a los padres de familia en su toma de decisión, y precisamente sabiendo lo evidente de su esfuerzo de inducción, repetía una y otra vez que no estaba para nada interesado en que los maestros se quedaran o se fueran .