Alfonso Cerdenares Domínguez
**Lo advertimos más de una vez… **Habrá problemas con programas como Prospera, apoyos al campo y adultos mayores… **Escuelas al CIEN tendrá un costo de más de 109 mil millones de pesos… **A los dueños de los “certificados” se pagaron 654 millones 914 mil 200 pesos de intereses…Nosotros lo advertimos más de una vez, ese programa llamado Escuelas al CIEN, no es otra cosa que hipotecar los planteles escolares y, como ahora, el tiempo nos ha dado la razón; resulta que la Auditoría Superior de la Federación, ASF, en su informe sobre infraestructura educativa nacional, detectó que el programa Certificados de Infraestructura Educativa Nacional, CIEN, costará más de 59 mil 497 millones 800 mil pesos “y lo que se acumule esta semana” por 8% de interés anual, cantidad estratosférica de dinero que compromete a administraciones estatales; es decir, los mexicanos
tendremos que pagar esta deuda durante los próximos 25 años; razonemos: como siempre, la “charriza”, aglutinada en el ala institucional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, SNTE, blandió campanas al vuelo y, con gran entusiasmo, aceptó el susodicho programa, con lo que hipotecó los inmuebles escolares, de tal forma que, desde que iniciara en el año 2015 –apenas dos años de vigencia –la “deuda” adquirida con los mentados Certificados de Infraestructura Educativa ya se ha convertido en un verdadero lastre para la economía del país y eso que no todas las escuelas han ingresado a ese programilla; todo esto pone en riesgo el Fondo de Aportaciones Múltiples, FAM, que “es uno de los ocho fondos que integran actualmente el Ramo General 33 y se orienta al financiamiento de los programas de asistencia social en materia alimentaria y de apoyo a la población en desamparo”; ¡¡¡Pákatelas!!!, ¡¡¡Que no manchen!!!, como quien dice, en las entidades que decidieron “entrarle” y hacerle el caldo gordo a la administración del maquiavélico e ignorante muñeco de plástico, Enrique Peña Nieto, y a su mentada Reforma Educativa, van a tener problemas con programas como Prospera, apoyos al campo –antes Procampo –y de adultos mayores, como 70 y más, entre otros, todo por la ambición de la gente de tener “escuelas al cien”, que no al 100% en la “calidad” educativa; de acuerdo a la información que logramos recabar, “el programa Escuelas al Cien arrancó en 2015 y tenía como objetivo reparar para el fin del sexenio un total de 31 mil planteles educativos de toda la república considerados en condiciones de alta vulnerabilidad y con problemas de infraestructura localizados en el Censo de Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial”; así, se tenía la intención de invertir “50 mil millones de pesos en Certificados de Infraestructura Educativa Nacional, (CIEN). La primera emisión de estos certificados se lanzó el 4 de diciembre de 2015 por más de 8 mil 500 millones de pesos en la Bolsa Mexicana de Valores”; esto es, ni siquiera el mismo pueblo vería cómo sería gastado todo ese “titipuchal” de dinero; lo peor de todo es que a los “sesudos” asesores del “burriciego” secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer, les falló por “un poquito, sino es que menos, tal vez más”, pues el costo, a dos años de ponerse en marcha el susodicho programa, asciende a poco más de 109 mil millones de pesos, o sea, más del doble de los presupuestado; más peor aún, en un principio se dijo que el programa no generaría deuda pública, ya que los bonos sería bursatilizados en la Bolsa Mexicana de Valores, por lo que “entidades particulares podían adquirir dichos bonos, por tanto, el pago de los intereses terminará en manos de los dueños de los certificados CIEN; (sin embargo), sólo en el pago del Fideicomiso de Emisión se pagaron 654 millones 914 mil 200 pesos de intereses a los dueños de los certificados”; como quien dice, a todos esos politiquillos que han secuestrado al gobierno mexicano “les salió el tiro por la culata”, lo malo es que seremos todos los mexicanos quienes seremos los pagadores de esa deuda que, como ya se dijo, costará “uno entero y la mitad del otro” –lo decimos así, para no profanar los castos oídos y los ojos de quienes nos lean –resultando beneficiados, como siempre, los dueños del dinero; lamentablemente, como lo reconoció la propia ASF, “el costo financiero del esquema de potenciación resultó atractivo para los inversionistas debido a que, aun cuando los CIEN son un instrumento quirografario, la fuente de pago es el FAM, que representa una parte de la recaudación federal participable. El costo financiero de la emisión de los CIEN para la obtención de recursos futuros se estimó en 109 mil millones de pesos, de los cuales 59 mil corresponden a intereses y 50 mil millones al instrumento principal”; ¿cómo la ven desde ahí, chatos?; así o más claro, lo que sí es cierto es que nadie del pueblo trabajador tiene o tendrá participación en esta danza de los millones que, cada día que pasa, se va incrementando más y más, hasta el infinito; esperamos que esto no se convierta en una deuda eterna que habremos de pagar todos los mexicanos; veremos qué pasa, si no, al tiempo y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: elahuizotejr@hotmail.com
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