sábado, 18 de noviembre de 2017

PAGINA 14

Se acerca  el 20 de noviembre de 1910  Aniversario del inicio de la Revolución Mexicana

El año de 1910 deparó muchas sorpresas a los 15 millones de habitantes con que contaba nuestro país en ese año, tales como: el paso del cometa Halley; los fastuosos festejos de la conmemoración del primer centenario de la Independencia Nacional; la séptima reelección de Porfirio Díaz, entre otras muchas cosas, que se dieron en el seno de una sociedad sumamente dispar en todos los órdenes -económico, social, político y religioso-, que difería de una región a otra, en las que habitaban distintas etnias o grupos lingüísticos que con suma dificultad podían comunicarse entre sí.
La diferencia entre ricos y pobres era muy marcada, lo que dio lugar a que se fuera acumulando la presión social que, con un gran estallido, dio por terminada la paz porfiriana e inició la Revolución Mexicana.
Víctima del fraude electoral, en el exilio y perseguido por el régimen de Díaz, Francisco I. Madero desde San Luis; Misuri, lanza la convocatoria del Plan de San Luis Potosí, que inicialmente solo buscaba un cambio político, como lo expresado en su obra: La Sucesión Presidencial (1910), pero con el tiempo se volvió un movimiento que se encaminó a la transformación social de nuestro país, tanto así, que es considerada una de las etapas más trascendentales de México del siglo XX.
En dicho plan se establecía que la lucha armada debía iniciarse el 20 de noviembre. Madero, que se encontraba en los Estados Unidos, cruzó la frontera cerca de Eagle Pass, Texas y Ciudad Porfirio Díaz, Coahuila (hoy Piedras Negras), acompañado por ocho hombres, de los cuales dos eran sus hermanos, para encontrarse con un ejército. Al no suceder así, pensó que había fracasado el movimiento y se regresó hacia el país del norte pero al enterarse que sí hubo levantamiento en algunos lugares como Chihuahua, encabezados por Abraham González, Pascual Orozco y Francisco Villa, se embarcó rumbo a Veracruz  donde también se habían originado brotes armados.
En los meses siguientes se fue intensificando el movimiento maderista, es cuando inició actividades Emiliano Zapata en el sur del país. Hasta entonces, las tropas federales se habían mantenido prácticamente a la defensiva, mostrando la debilidad de un ejército que por primera vez se enfrentaba a una rebelión nacional. Porfirio Díaz tomó algunas medidas radicales, como el reclutamiento para el ejército mediante la leva  lo que encolerizó más al pueblo; además de realizar algunos cambios en su gabinete pero todo fue inútil. Después de algunos meses de lucha con un gabinete y un ejército inoperantes y, ante el rechazo popular, al general Díaz no le quedó más remedio que aceptar que “ya no tenía la confianza de sus ciudadanos”, como lo señala la historiadora Gloria Delgado - Gran Historia de México: de la Prehistoria al Liberalismo (1996) - y el 7 de mayo de 1911 presentó su renuncia a la presidencia de la República mediante de un manifiesto a la nación.
Acto seguido, el general Porfirio Díaz envió representantes de su gobierno para que firmaran la paz con los cabecillas revolucionarios, llevándose a cabo los tratados de Ciudad Juárez. Entre los puntos a tratar estaba su propia renuncia y la del vicepresidente Ramón Corral, así como el que se convocara a nuevas elecciones conforme a la Constitución de 1857 y, sobre todo, el cese de todo tipo de hostilidades y el licenciamiento de las tropas revolucionarias.
Después del armisticio, siguiendo con lo establecido en el Plan de San Luis Potosí, Madero se constituyó en presidente provisional y nombró a su consejo de Estado: Francisco Vázquez Gómeztendría el departamento de Relaciones Exteriores; Venustiano Carranza el de Guerra; Gustavo Madero el de Hacienda; Federico González Garza el de Gobernación; José María Pino Suárez el de Justicia y Manuel Bonilla el de comunicaciones. El 31 de mayo de 1911, el general Porfirio Díaz partía del puerto de Veracruz al exilio en el buque Ipiranga, rumbo a París, Francia, en donde fallecería pocos años después.
En resumidas cuentas, es así como dio inicio la primera etapa de la Revolución Mexicana; el movimiento que se produjo a raíz de causas sociopolíticas y socioeconómicas, que a lo largo del porfiriato fueron gestándose, mismas que en un momento final se conjugaron en la guerra intestina que estremeció a México, al coincidir la grave crisis económica con el envejecimiento del régimen, cuyas estructuras caducas ya no correspondían al dinamismo que imponía la época ni satisfacían las necesidades de una sociedad en transformación.


Los promotores de 1910, líderes políticos y presidentes en México.

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