sábado, 25 de febrero de 2017

PAGINA 10

AFRICANOS Y AFRO DESCENDIENTES

 María Elisa Velázquez

Comunidades, producción cultural y movimientos de reivindicación afrodecendiente. 

Por los procesos históricos, muy distintos a los de otras regiones de México, en la costa chica pueden apreciarse varias expresiones de herencia africana, creadas a lo largo del tiempo por el intercambio y las transformaciones culturales. El uso de casas habitación conocidas como “redondos” , actualmente casi en extinción, y ciertas formas de organización social y de prácticas o rituales, podrían ser de origen africano. También, instrumentos musicales como el cajón (percusión que se toca con las manos y palo) , el bote( instrumento a semejanza de un tambor con una vara sujeta en el centro que emite un sonido que imita el rugido de un tigre) y la charrasca ( quijada de burro  a manera de sonaja), han sido reconocidos por estudios del tema como herencia africana. Danza como de los diablos y la artesa, así como la tradición de la narración oral, también son propias de las  comunidades afro mestizas de esta región.

Los afro-descendientes de la costa chica, que se autodenominan “costeños” o “morenos” , en general desconocen su pasado y su origen africano. Se consideran mexicanos y tienen varias explicaciones “míticas” sobre sus rasgos, color de piel y presencia en la zona.
La problemática del racismo es compleja y contradictoria. Por una parte, la expresiones de discriminación, en la mayoría de los casos, no son explicitas y consientes; de hecho, generalmente, las mismas comunidades niegan que exista discriminación o racismo por los rasgos físicos y el color de la piel en la región, sin embargo, se pueden apreciar prejuicios, estereotipos y expresiones de racismo, no solo entre indígenas y afrodecendientes, sino incluso entre los mismos afro- descendientes. Por ejemplo, muchas veces aluden a que el pueblo colindante o cercano tiene población más “negra” que a la que ellos pertenecen y en reiteradas ocasiones se expresan de manera negativa sobre su color y ciertos rasgos físicos; se escuchan expresiones como las que dicen buscan “mejorar la raza, casando a sus hijas con mestizos, blancos o indígenas y no con miembros de su mismo color”. También, y aunque existe mayor difusión sobre su procedencia, gran parte de ellos dicen no saber porque tienen ese color y esos rasgos físicos. Cuando le pregunte , recientemente , a una mujer de 102 años, del pueblo del ciruelo, porque había tantos morenos en la región , me contesto; solo Dios sabe” (entrevista, 2005).
Sin embargo, por otro lado, los pueblos afro- descendientes se enorgullecen de sus tradiciones, fiestas danzas, y música, y se refieren a la “negrada” como una población fuerte, orgullosa y dispuesta. Alaban el carácter de las mujeres y elogian su fortaleza. Las mujeres en esta comunidad se distinguen de los indígenas o mestizos hasta la forma de varios aspectos que abarcan desde la forma de disponer los espacios, por ejemplo en las cocinas, hasta la forma de guisar el pescado frito, seco o el uso del arroz, o la manera de cargar a los niños. S diferencian, también como en periodo virreinal, por su carácter, más abierto, festivo y orgulloso, y por la forma que, en ocasiones establecen sus lazos familiares. En la región es conocida, por ejemplo, la tradición del “queridato”,que permite que los hombres establezcan relaciones “formales” con otra mujer, distinta a la esposa , aceptada socialmente y con derechos reconocidos para ella y sus hijos, si no legalmente , si por la tradición y la costumbre.
Por ejemplo, las mujeres de la costa chica y otras afro- descendientes de las regiones aledañas a guerrero y Oaxaca, enfrentan retos importantes hoy en día. Por un lado la migración de los hombres a Estados unidos en busca de mejores condiciones de vida, las ha comprometido aún más en su quehacer como jefas de familia. Ellas son las trasmisoras de los valores familiares y también los prejuicios o estereotipos raciales. Su injerencia e importancia en la dinámica social y cultural puede observarse en su participación, por ejemplo, en fiestas o danzas que solo eran del ámbito de los hombres. Recientemente, una mujer afro- descendientes en un artículo reseño su participación en la “danza de los diablos” durante las festividades de los días de muertos en México, y que es un baile que era representada según la costumbre, solo por hombres (Jiménez, 2006).
Desde hace unos años, por diversas razones, han empezado a surgir movimientos interesados en reivindicar su historia y sus derechos ante la discriminación y el racismo. Por ejemplo, desde hace diez años se organizan encuentros de pueblos negros con la participación de varias comunidades, en los que se comparten experiencias y se reivindican las expresiones culturales que los identifican. También desde hace varios años existe un museo de Culturas Afro mestizas que explica la presencia y participación de este grupo en la región. Este museo se encuentra en el pueblo de Cuajinicuilapa, y fue impulsado por la dirección de culturas populares de consejo Nacional para la cultura y las artes de México, las autoridades municipales y ciertos sectores de la comunidad.
Para las comunidades y los estudios del tema sigue siendo un problema complejo distinguir que rasgos podrían caracterizar o distinguir a los afro- descendientes. Varias interrogantes  surgen; ¿ solo el color de la piel y los rasgos físicos los distinguen de los rasgos físicos, ¿Cuáles?, ya que existen morenos” con labios delgados y ojos pequeños, mestizos , con labios gruesos y nariz chata, y así una gran variedad de fenotipos. Por otra parte, algunos de los grupos de la región se cuestionan el papel que debe desempeñar las manifestaciones culturales y defienden movimientos de reivindicación más incluyentes. El proceso se ha complicado aún más con la presencia de antropólogos interesados en el estudio de esta comunidad y de representantes del movimiento afro estadounidenses con ideas muchas veces desvinculadas de los procesos históricos y las realidades cotidianas de estas poblaciones. También , la migración hacia Estados unidos ha modificado, como en otras regiones de México, los usos y costumbres de estas comunidades , sin embargo, persiste la tradición y la identidad en la que se reconocen como “costeño” y “morenos” con características propias.

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