domingo, 1 de mayo de 2016

PAGINA 8

Marchan en Tixtla padres de los 43; se despiden de los expertos de la CIDH que van a Ayotzinapa

Con una marcha de agradecimiento y con tristeza, padres y familiares de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos, estudiantes de esa escuela e integrantes de distintas organizaciones sociales, se despidieron ayer de los integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).

El GIEI, creado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para brindar asistencia técnica internacional en las investigaciones de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre del 2014, comenzó su trabajo en marzo del 2015 y termina este 30 de abril.
Ayer, unos mil inconformes, entre padres y familiares de los 43 desaparecidos, estudiantes de Ayotzinapa e integrantes de organizaciones sociales y de organismos de derechos humanos marcharon en esta ciudad en agradecimiento a su labor. Después, en las instalaciones de la Normal se reunieron con los cinco expertos que fueron colmados de reconocimientos y agradecimiento a su trabajo.
En medio de la tristeza provocada en los padres por su partida, uno de los expertos, el español Carlos Martín Beristáin, los alentó: “les dejamos nuestra verdad no para que ustedes se queden quietos, ni para que miren hacia atrás”. Mientras que la colombiana, Ángela María Buitrago, con la voz quebrada, les pidió que conserven la fe, “porque tarde que temprano la verdad llega”.
La marcha partió del lugar conocido como El Triángulo, en el entronque de la carretera Chilpancingo-Chilapa. Los manifestantes atravesaron la ciudad por las angostas calles y desde el aparato de sonido los reclamos al gobierno federal fueron incesantes; acusaron al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto de que los expertos no sigan en la investigación.
“El GIEI no puede retirarse todavía, le falta aclarar dónde tienen a nuestros hijos, está haciendo un trabajo serio y responsable”, dijo Melitón Ortega, quien acusó al gobierno de descalificar su trabajo, “por la vergüenza que siente debido a que le tiraron su ‘verdad histórica’, pues descubrieron que los estudiantes no fueron incinerados en el basurero de Cocula”.
A lo largo de la marcha una mujer camina cabizbaja y no deja de enjugarse la humedad de los ojos. Lleva el gallardete con la fotografía y el nombre de Abelardo Vázquez Penitén, el estudiante desaparecido originario de Atliaca, un pueblo vecino de Tixtla.
En los rostros de los padres que encabezan la marcha se refleja una doble angustia, la que les causa la ausencia de sus hijos y ahora el vacío que deja el retiro del GIEI.
Cuando el contingente pasa por la avenida Morelos, cerca del centro de la cabecera municipal, en una esquina aparece de pronto una lona, “Las tragedias que nos unen en la tierra que queremos”, que en la parte inferior tiene retratos de personas asesinadas.
La lona es de familiares de víctimas de la violencia y de desaparecidos de Chilapa, de la agrupación Siempre Vivos, que se incorporan a la marcha detrás de los padres de los 43 normalistas desaparecidos.
Al frente del grupo Siempre Vivos, camina Regina Cervantes Teopanzin, esposa de Roberto Zapoteco Chinito y tía de Rafael Grande Zapoteco, desaparecidos el 8 de marzo de 2015.
“Ya cumplió un año y siguen desaparecidos; en el gobierno nomás nos dicen que van a investigar, pero no hay nada, no tenemos respuesta”, se queja la mujer, que de inmediato se suma al coro que grita, “¡Porque vivos se los llevaron!, ¡vivos los queremos!”.
Varias calles adelante se integra otro grupo de la misma organización, que encabeza José Días Navarro, quien explica que ellos exigen la presentación de 60 desaparecidos.
Reciben padres de los 43 al GIEI y agradecen su trabajo
El contingente caminó una hora desde El Triángulo hasta las instalaciones de la Normal, de Ayotzinapa.
Al frente caminan algunas mamás con cadenas de cempazúchitl en las manos, y al llegar a la entrada de la Normal forman un grupo compacto. La marcha se detiene de pronto y después de algunos minutos, de una camioneta salen los expertos Alejandro Valencia Villa, Ángela María Buitrago, Carlos Martín Beristáin, Claudia Paz y Paz Bailey y Francisco Cox Vial, quienes van al encuentro de los marchistas, y las mujeres les cuelgan las cadenas.
“¡Vivan los expertos!”, se escucha de pronto, y luego varias veces: “no se vayan”. Con los miembros del GIEI adelante de los marchistas, entran a la escuela y, antes de llegar a los pasillos, se encuentran con una lona que dice: “#Gracias GIEI”.
Las consignas siguen: “Para conocer la verdad, los expertos se deben de quedar”, ya para entonces el eco rebota en las paredes de la histórica institución.
En la explanada hay dispuesta una mesa a menara de presídium en la que se sientan los cinco expertos, el director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, Mario Patrón Sánchez; el abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Vidulfo Rosales Sierra, y el presidente de ese organismo, Abel Barrera Hernández.
Uno de los padres agradece el trabajo de los expertos durante estos 12 meses; “ustedes nos devolvieron la fe y una visión más firme, no como el gobierno… nosotros confiamos en ustedes, grupo de expertos, no confiamos en el gobierno y queremos que sigan con nosotros, que no nos abandonen. Queremos que se queden hasta llegar a la verdad, hasta que nos entreguen a nuestros hijos”, dijo.
Después, un dirigente estudiantil también agradeció a los expertos el trabajo realizado y dijo que sin ellos, “no se hubiera tirado la ‘verdad histórica’ que ya había montado el gobierno”. Recordó que quisieron entregarles en cenizas a sus compañeros, y que sin la participación del GIEI no se hubiera devuelto la fe a los padres, que ahora tienen la esperanza de encontrar vivos a sus hijos.
Entre los asistentes, con los padres de los 43 al centro, pesaba la sensación de desolación.
El experto Carlos Beristáin intentó reanimar, “queda todavía una parte del camino. Nosotros hemos hecho sólo una parte y las cosas que quedan deben resolverse, no solamente con el respaldo de los familiares de las víctimas, sino de las organizaciones y de la sociedad, para que se llegue a saber dónde están los desaparecidos y qué pasó con las personas asesinadas”.
Agregó que no se va a poder solucionar este caso, ni ningún otro de personas desaparecidas en México, si no se aborda, se afronta, y si no se escucha a los familiares. Destacó que el éxito del trabajo del GIEI ha sido la relación con los padres, “ustedes nos dijeron desde el primer día que teníamos su confianza, y ese regalo y responsabilidad hemos tratado de cuidar hasta ahora”, dijo.
Añadió que la verdad tiene que venir de la mano de otras cosas, y que en “en el camino de la justicia, la verdad necesita de la esperanza, y hace rato, cuando entramos uno de los familiares se nos acercó y nos dijo: gracias por darnos esperanza”.
Explicó que la verdad que ellos ayudaron a reconstruir, “es una herramienta de transformación, no es una verdad para mirar hacia atrás, es una verdad para que ustedes no se queden quietos, eso no lo van a hacer, lo sabemos”, les dijo y también les pidió que mantengan la unidad, porque esa unidad es la que ha favorecido y nos ha permitido trabajar”.
Por su parte, Ángela María Buitrago les pidió que no pierdan la esperanza ni la fe, porque hay muchas personas que creen en los padres.
Añadió que ellos vinieron a construir una esperanza y la fe, les pidió que conserven ambas cosas, porque tarde que temprano la verdad llega.
“Nosotros nos vamos hoy, pero hay muchas cosas que dejamos que se pueden aprovechar, creo que sus hijos, que estuvieran estudiando aquí son el futuro de México, y a pesar de los golpes que nos da la vida, sigamos pensando que hay ese futuro”, dijo, y agregó con voz quebrada que no los deja, porque se los lleva a todos en el corazón.
En su despedida, Alejandro Valencia manifestó que no se trataba de un adiós, sino un simple hasta luego, porque buscarían algún tipo de mecanismo para seguir con los padres, “ustedes saben que cuentan con nosotros”.
Francisco Cox Vial, por su parte, explicó que realizar un trabajo como el que hicieron ellos es cuestión de voluntad, y luego presentó al resto del equipo; “vean, fuimos 12 personas, y cuánta gente tiene la PGR, que es una institución que tiene que dedicarse a investigar los delitos”.
Claudia Paz, les dijo a los padres que la verdad siempre libera y que está segura de que ellos van a seguir por el mismo camino, en busca de la verdad y la justicia, “hoy nos vamos, pero tengan la certeza que desde donde nos encontremos y en la medida de nuestras posibilidades les vamos a seguir acompañando. Nuestros corazones se quedan con ustedes, para que los acompañen en este camino”.
A nombre de los padres, Melitón Ortega agradeció a los expertos, dijo que se enfrentaron “a un monstruo que tiene muchas cabezas, muchos rostros, muchos brazos, que obstruyó el trabajo de cada uno de ustedes”. Agregó que, sin embargo, los expertos tuvieron un paso firme para encontrar la verdad y llegar hasta las últimas consecuencias.
Añadió que a pesar de las descalificaciones, “no pudieron destrozar esa confianza que los padres tienen hacia ustedes. Nos esperábamos esa respuesta, para que nosotros no supiéramos qué había pasado con nuestros hijos y quiénes son los responsables”.
Del gobierno lo único que recibieron fue mentiras, “por eso hoy les queremos agradecer a cada uno de ustedes. Nosotros sabemos que se van no porque quieren, sino porque el gobierno los está corriendo, es el miedo que el Estado tiene, por eso emprendió esa campaña de descalificación a cada uno de ustedes, pero no se atrevieron a descalificar el trabajo científico que hicieron y seguramente no lo harán, porque saben que no tienen elementos y porque la investigación de la PGR está basada en mentiras y tortura”
A sus compañeros, por su parte, les dijo que hoy que ya no van a estar los expertos, “dependerá de nosotros, tenemos que avanzar, allí está el trabajo que dejaron, nos va a servir de herramienta para exigirle al presidente Peña Nieto y a Miguel Ángel Osorio Chong que respondan por lo que hicieron”, arengó.
Otro de los padres, Mario César González dijo que, “hoy es muy fuerte que ustedes se marchen, pero es más fuerte lo que vinieron a descubrir”, y que eso les da fuerza a los padres para seguir adelante hasta descubrir la verdad y que se haga justicia.
Al final de la reunión, los padres entregaron obsequios a los expertos del GIEI; morrales, botellas de mezcal, servilletas bordadas a mano, sombreros de palma, un reconocimiento elaborado en metal dorado y otro de cristal, pero el detalle que les llamó la atención fue un lienzo de la bandera nacional con los nombres de los 43 estudiantes desaparecidos.

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