domingo, 12 de abril de 2015

PAGINA 14

Si hay alternativas para
 la democracia en México

Por Amado Adolfo
La dictadura perfecta es la partidocracia encabezándola el PRI. El sistema político mexicano está hecho para proteger a los partidos políticos, mantenerlos en la impunidad, y no obligarlos a rendir cuentas. Para ellos bajarse 100 pesos de su cuantioso salario es un sacrificio de talla mayor, mientas hay un pueblo manchado de sangre y secuestrado por el desempleo y la pobreza. México carece de líderes políticos, se dice que si no votamos en las próximas elecciones favoreceríamos al PRI, el problema consiste en que si volteamos a los demás partidos no hay oferta política.
En las próximas elecciones para elegir Gobernador, Diputados federales y locales, Presidentes Municipales, Síndicos Y Regidores, gran sector de la población; sobre todo los jóvenes no tienen la confianza de ir a votar, pues hemos conseguido una democracia formal reflejándose en lo electoral, uno va y vota, sin embargo esa democracia no se refleja en lo social, uno sabe que vive en democracia pero no la percibe, no la experimenta, hay mucha delincuencia, pocos empleos, y la sociedad no se siente representada por sus Diputados y Senadores.
Nuestros abuelos y padres nos heredaron “hacer una política corrupta” actualmente la mayoría de los jóvenes entran a la política por dos razones básicamente; obtener dinero y tener poder. No se entra a la política por querer ayudar a la comunidad, a tus vecinos, al prójimo. Es necesario terminar con las prácticas de la política postrevolucionaria, si no estamos de acuerdo con las reglas del juego, no podemos jugar. Esta democracia mal construida no puede ser tolerada por los ciudadanos, y entrarle al juego con sus reglas es legitimar al fracasado sistema político mexicano, la transición esta atorada, echada a perder. 
Es una falta de respeto al pueblo las campañas políticas donde se despilfarra millones de pesos en propaganda y compra de conciencias. Es tiempo de obligarlos a no abusar del dinero del país. Los partidos deberían financiarse ellos mismos, y no con los impuestos del pueblo. Veamos el ejemplo de la democracia de Estados Unidos; allá las únicas dos expresiones políticas- Demócratas y Republicanos- representan una opción diferente, pero en México sufrimos de partidos parásitos. El único afán de estos parásitos es mantener el registro para seguir gozando de sus privilegios. Siempre buscan las famosas “coaliciones”. Si el PRI tiene por lo regular una alianza con el Verde Ecologista postulando a un candidato, entonces significan que comparten la misma ideología, no tiene sentido la existencia de dos partidos, deberían formar uno sólo. En el mismo caso se encuentra el PRD, PT, Movimiento Ciudadano, aunque recordemos las famosas alianzas PRD-PAN en algunos estados. Un País en las condiciones de pobreza con las que se encuentra México no debería subsidiar a 10 partidos, por ese motivo deben prohibirse las “coaliciones”, además de acabar con los “Chapulines”. Andan de un partido a otro buscando el hueso, si ninguna idea de país, dan a notar su falta de pensamiento crítico, su frágil postura ideológica, en un minuto se dicen de derecha al minuto siguiente resultan de izquierda. En días pasados la Arquidiócesis Primada de México  hizo un llamado demasiado oportuno a legisladores y autoridades en la materia a blindar no sólo los comicios sino la democracia mexicana y evitando, mediante reformas a la ley, “el oportunismo de los políticos chapulines que brincan de puesto sin rendición de cuentas”.
Es un buen adelanto permitir en la ley las candidaturas independientes, lo malo es que la misma ley pone muchas barreras a estas candidaturas. Es urgente facilitar las posibilidades de contender y apoyar a candidaturas independientes, al parecer es la última luz de nuestra democracia, entonces hay que fortalecerla para que ilumine con más esplendor.  
Como dice el Historiador Juan Miguel Zunzunegui “se debería promover que contara en realidad el voto nulo, y que si un 25% de los votos de las boletas están anulados se proceda a una multa contra todos los partidos participantes. En una democracia real el poder debe ser legal pero también legítimo, por lo que se debe exigir, para la presidencia, tener 50% más 1 de los votos, para ello es necesario instituir la segunda vuelta.” También es prudente quitar el fuero legislativo un escudo de impunidad para los funcionarios corruptos. Bien señala la politóloga Denise Dresser “se debe exigir cuentas a diputados, alcaldes y gobernadores en general, jugar un papel activo como sociedad y cuestionar a los funcionarios públicos sobre sus decisiones y recordarles que están obligados a realizar acciones encaminadas a tener eficaces y buenos gobiernos”. Las cuentas bancarias de los funcionarios deben ser públicas para comprobar que no aumentaron sus riquezas a través del poder. Es tiempo de eliminar a los plurinominales, pues sólo fortalecen la partidocracia. Es de mucha importancia discutir sobre las reelecciones de presidentes municipales, senadores y diputados, pues es necesaria la continuidad de los proyectos, eso de improvisar nos ha costado muchos errores. La reelección en estos cargos ya está incluido en la nueva Ley electoral y se podrá llevar a cabo en las elecciones del 2018, sin embargo sería viable, siempre y cuando haya revocación de mandato, pues los políticos son empleados del pueblo, y si no trabajan, el pueblo tiene derecho a despedirlos. 
Como pueden ver necesitamos una reforma política verdadera, y no pantomimas como algunas reformas propuestas en materia política por el Presidente de la Republica. 
“No queremos un INE partidista” protestan senadores de la oposición, denuncian una crisis de legitimidad; llaman a los consejeros del INE “soldados del PRI”. Necesitamos instituciones que ofrezcan transparencia en los procesos electorales, y nos otorguen incentivos de confianza a la hora de ir a votar. La clase política al parecer jamás va apostar por un cambio contundente en los quehaceres políticos a favor de los mexicanos, la prueba reciente es que tan sólo 61 de los 500 diputados federales demandaron que el presidente de la República pueda ser juzgado por el delito de corrupción y conflicto de interés. Ojalá los Senadores no se opongan o retrasen la reforma en materia de Anticorrupción; de aplicarse sería un logro significativo, sin embargo, la reforma en sí queda mucho a deber. 
Si hay alternativas para la democracia en México, aunque, la mayor parte del tiempo pienso que la democracia es un sueño imbécil como decía el poeta colombiano Álvaro Mutis.

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