POR AMOR… PARA MI MADRE
Francisco Javier Zarate Arango
Con flores que he cortado en la mañana
Hice un ramo tan bello como tú:
Las rosas más lindas y lozanas
Te regalo bajo el claro cielo azul.
Su pelo ya blanquizo por los años,
Con muestras de cansancio por doquier,
El tiempo le ha hecho mucho daño;
Es mi madre está linda mujer.
A todas, pero a todas yo las quiero
Como quiero a esta santa mujer,
Quien me diera la tibieza de sus senos
Y me viera, con el tiempo, al fin crecer.
Las madres de algunos ya descansan
Bajo el grueso espesor de una loza,
Guardémosles siquiera algún recuerdo
O llevemos a su tumba algunas rosas.
Ellas, como todas, aún viven
Como vive la luz de un nuevo dia.
Los recuerdos a diario nos persiguen
Y nos dejan por amor, melancolía.
Yo las quiero a todas como a una,
La que velo mis infantiles sueños,
La que miraba, tierna, aquella cuna,
La que por mí se expuso a los desvelos.
La que sonriente, por las noches me cuidara
Y brindara la tibieza de sus senos,
Como un suplicio que el destino le mandara
Y de sus hijos fuera digno modelo.
A las madres de todo el universo,
A todas les brindo mi ternura;
Sus hijos, cargados de emoción, les den un beso,
Mientras otros lleven flores a su santa sepultura.
Las flores en la tumba es un recuerdo
Recuerdo que a nosotros trae alivio,
Ofrendas que llevamos a los muertos
Como flores tan blancas como cirios.
Por todas estas madres que aquí vemos,
Por ellas y por todas las que fueron,
Roguemos a Dios, y que en el cielo
Les brinde el calor que ellas nos dieron.
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