viernes, 16 de agosto de 2019

PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA

Prisión preventiva a Rosario Robles, extitular
 de Sedesol y Sedatu, por desvío millonario


En el penal de Santa Martha Acatitla, a partir del martes pasado, fue recluida la extitular de la Secretaría de Desarrollo Social, Sedesol, y de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Sedatu, Rosario Robles Berlanga, como presunta responsable del desvío de poco más de 5 mil millones de pesos, en agravio del erario público de la nación mexicana.
La determinación fue tomada por el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna quien consideró que Robles Berlanga no acreditaba un domicilio seguro en la capital del país y, por tanto, existía la sospecha de que pudiera darse a la fuga por lo que, de manera preventiva, tenía que ser recluida en el penal de Santa Martha Acatitla, donde habrá de permanecer unos dos meses, mientras se realizan las investigaciones correspondientes y se deslindan responsabilidades, si cometió o no, el delito de ejercicio indebido del servicio público durante su gestión al frente de la Sedesol y la Sedatu.
Con esta determinación, muy atrás quedaron los años en que, la ahora reclusa, comenzó como líder de izquierda maoísta, pasando por la dirigencia del Partido de la Revolución Democrática, PRD, hasta llegar a la cúpula del PRI, con el gobierno de Enrique Peña Nieto.
A decir de las pruebas que presentó la defensa de Rosario Robles, para librarla de la acusación, se encuentran documentos que indican que, tanto el expresidente de la República, Enrique Peña Nieto, y el excandidato presidencial José Antonio Meade Kuribreña, sucesor de Berlanga en la Sedesol, fueron informados de lo que sucedía al interior de la dependencia; sin embargo, nadie hizo nada para impedir el desvío millonario de recursos.
Por tanto, el juez del caso, Delgadillo Padierna, pidió a la representación de la Fiscalía General de la República, FGR, que fuera clara en el sentido si se solicita dar inicio con una investigación a fondo en contra de Meade Kuribreña y, en su caso, del exmandatario mexicano, Peña Nieto, quien ha sido calificado por Francisco Labastida Ochoa, como “el peor presidente” que hemos tenido los mexicanos.
El origen de la investigación denominada “La Estafa Maestra” fue un informe de la Auditoría Superior de la Federación, ASF, sobre las cuentas públicas del Gobierno Federal en 2013 y 2014, lo que fue retomado por el portal de noticias Animal Político y la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad.
A raíz de ello, se encontró que se asignaron contratos irregulares a unas once dependencias gubernamentales, entre ellas, la Secretaría de Desarrollo Social, la Sedatu, la SCT, el Banobras y hasta de Petróleos Mexicanos, PEMEX; en algunos casos, esos contratos no se cumplieron y, en otros, el costo real fue mucho menor al presupuesto asignado, por lo que se detectó un desvío millonario de los recursos.
Un resquicio legal, encontrado en la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público fue bien aprovechado por los funcionarios federales, debido a que se permite “asignar contratos de manera directa, sin licitación o concurso” a diversas dependencias públicas, entre ellas, las universidades; de ahí que fueran, al menos ocho instituciones de este tipo que fueron involucradas para desviar los recursos provenientes del erario público.
El modus operandi era sencillo: se contrataba a las universidades para que realizaran un servicio, para el que no están capacitadas o no tienen personal para desarrollarlo; éstas se ven obligadas a subcontratar una o varias empresas que tampoco pueden hacer el trabajo, las cuales piden realizarlo a otra y a otra, hasta llegar a quien realmente tiene la capacidad de cumplir, pero lo hace a un precio mucho menor al presupuestado; por tanto, cada “empresa”, incluso las universidades, se queda con parte del dinero asignado originalmente.
Así, a decir de la ASF, solamente en el año 2015, se “perdieron  poco más de 540 millones de pesos; ese año, los secretarios de la Sedesol fueron Rosario Robles Berlanga y José Antonio Meade Kuribreña.
Es por ello que la parte defensora de la exfuncionaria ha presentado presuntas pruebas que involucran al excandidato presidencial del PRI, así como al propio expresidente de la República, Enrique Peña Nieto.
La defensa de Robles Berlanga ha reiterado, en contadas ocasiones, que la extitular de la Sedesol, en su momento, advirtió a Meade Kuribreña y a Peña Nieto, sobre los desvíos de dinero; esto, a través de llamadas telefónicas y cuando coincidían en alguna gira de trabajo que realizaban al interior del país.
Destacaremos que, durante la última comparecencia ante el juez Delgadillo Padierna, los abogados de Rosario Robles solicitaron que el expresidente, Enrique Peña Nieto, sea interrogado al respecto, a fin de que confirme si estaba o no enterado de las irregularidades cometidas en la Sedesol y la Sedatu.
De acuerdo al acta signada por el juez Delgadillo Padierna, “Por lo expuesto en audiencia, se requirió a la fiscalía federal, con el objeto de determinar si se inicia una investigación en contra de José Antonio Meade Kuribreña, por las mismas omisiones imputadas” a la ahora detenida, Rosario Robles Berlanga, por el delito de ejercicio indebido del servicio público y la afectación de “intereses patrimoniales” hacia el pueblo mexicano. En tanto, Enrique Peña Nieto, quien se dice sigue escondido en España, al parecer se ha olvidado de su dicho: “Rosario, no te preocupes”, luego que había explotado “la bomba” de la Estafa maestra, donde la ahora reclusa era señalada del millonario desvío de recursos para poyar a los candidatos priístas. Con su reclusión, dictada por el juez debido a que no acreditó totalmente su residencia en Coyoacán, atrás quedaron las ilusiones de poder de Rosario Berlanga, como el hecho de colocarse la Banda Presidencial que le obsequiara Carlos Salinas de Gortari y, con un dejo sarcástico le dijo: “Te luce bien”.

Rosario Robles Berlanga,  fue abandonada a su suerte por sus ex jefes.

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