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Berna Hernández, foto-reportero acapulqueño recibe otro premio internacional por su trabajo

Bernardino Hernández Hernández, fotoperiodista guerrerense, suma a su larga lista de reconocimientos internacionales el premio “Miguel Gil” por “su excelente trayectoria profesional, su valentía y su profundo compromiso con la verdad”, señaló hoy en un comunicado la fundación española de igual nombre.

Esa fundación ibérica lleva ese nombre en honor a Miguel Gil, foto-reportero español que murió en una emboscada en Sierra Leona en el año 2000, cuando cubría el conflicto bélico de ese país africano.

El jurado destacó que Bernardino Hernández comparte “el mismo espíritu” Miguel de Gil en el empeño de documentar a través de sus fotografías “el goteo diario de muertes y violencia en el puerto de Acapulco”.

Berna Hernández ya ha ganado otros reconocimientos como haber sido seleccionado entre los siete mejores fotógrafos del mundo en el Sarajevo Warm Festival Duplex 2016, realizado en Bosnia Herzegovina, país europeo de la región de Los Balcanes, en la costa del mar Adriático.

Al arribar a Barcelona, España, en donde recibirá el premio Miguel Gil, comentó: “Me duele cuando dicen que los mexicanos o los guerrerenses somos violentos, cuando en otras partes del planeta las guerras y los ataques terroristas acaban con miles de vidas inocentes diariamente, algo que no sucede en México”, dijo el foto periodista guerrerense.

“El Charal”, como lo conocen sus amigos en Acapulco, comentó que a lo largo de su trayectoria, ha cuidado la ética con la que toma las imágenes: “trato de que las fotos sean impactantes, pero sin ser sangrientas, además de que en los medios en los que colaboro, como la Agencia AP, Proceso y Cuartoscuro, se han acoplado a mi trabajo y saben que jamás tomo los rostros de mujeres, ni de niños”, finalizó.

El jurado del premio Miguel Gol explicó que el trabajo de Berna Hernández conlleva “grandes dosis de riesgo personal”, que lo ha llevado a tener que ‘exiliarse’ temporalmente en Ciudad de México, tras sufrir “agresiones y amenazas”.

Periodista autodidacta, Hernández comenzó a trabajar en los diarios locales Trópico, El Heraldo de Acapulco y luego en Milenio.