domingo, 10 de noviembre de 2013

PAGINA 15

Antimotines frenan protesta de damnificados de Tixtla en acto de Peña Nieto 
Vecinos de la cabecera municipal de Tixtla intentaron irrumpir en el evento del presidente Enrique Peña Nieto en el que anunció el programa “Plan Nuevo Guerrero”, sin embargo, personal del Estado Mayor Presidencial y policías antimotines frustraron su acción, aunque por momentos se vieron burlados por los inconformes entre los que iban algunas ancianas. 

En los linderos de Casa Guerrero, sobre el acceso de la puerta tres, manifestantes sostuvieron un jaloneo con antimotines y agentes del Estado Mayor, quienes incluso se repartieron algunos golpes y toletazos. 
Los inconformes iniciaron con una protesta a tempranas horas a las afueras del Congreso del Estado donde una comisión fue recibida por diputados, que se comprometieron a exhortar a los tres niveles de gobierno para que se atienda a la brevedad posible el asunto de la inundación en Tixtla.
Y es que los inconformes advirtieron que ya se están cumpliendo casi dos meses de la inundación sin que la autoridad federal y estatal, hayan cumplido su compromiso de sacar el agua de la ciudad.
En tanto, advirtieron que la pestilencia continúa, además de que ni siquiera los ciudadanos pudieron festejar debidamente el día de muertos, pues el panteón es una de las zonas inundadas. 
Aclararon que se han registrado brotes infecciosos entre los ciudadanos, y temen que sanitariamente el asunto se complique.   
Al mediodía, una parte del contingente se quedó a las afueras del poder legislativo, una comisión ingresó a dialogar con diputados y otra parte del contingente se trasladó en operación hormiga hacia Casa Guerrero, donde a las 13:00 horas, el presidente Enrique Peña Nieto presentaría el “Plan Nuevo Guerrero”. 
En un primer momento, la avanzada de los protestantes que llevaban pancartas en mano fue interceptada a la altura de las oficinas de Sagarpa, por un agente de gobernación federal que dialogó con los manifestantes instándolos a que frenaran su movilización a cambio de gestionarles una reunión con algún funcionario, sin embargo, los manifestantes no cedieron.
Continuaron su camino, mientras que del Congreso del Estado salía en marcha el segundo contingente que era más numeroso. 
El contingente de avanzada fue interceptado por segunda ocasión a la altura de la clínica del ISSSTE por el mismo agente, quien intentó nuevamente frenar la movilización. Nuevamente, después de retrasar unos 15 minutos la caminata, volvió a fracasar.
Sin embargo este tiempo sirvió para que policías federales vestidos de antimotín se instalaran frente a la puerta uno de Casa Guerrero que estaba ya a unos cuantos metros adelante, aunque había además vallas metálicas frente a la puerta. 
Los manifestantes lograron entrar hasta ese punto donde mostraban sus pancartas a todo funcionario que accesaba por ese sitio. En la otra parte de las vallas había un nutrido grupo de gendarmes con tolete y escudo en mano.
En cuestión de minutos, el segundo contingente apareció a lo lejos y detrás de ellos un grupo de policías antimotines que se mostraron despistados ante la operación que utilizaron los manifestantes para avanzar, pues, en una glorieta justamente frente a la puerta uno de Casa Guerrero, desviaron su camino en diversas ocasiones para despejar las áreas hacia donde pretendían pasar.
Su estrategia les funcionó y la mayoría de los inconformes cruzaron hacia la parte alta de Casa Guerrero, donde se ubica las puertas dos y tres, que eran las más cercanas a donde sería el acto del presidente de la República. 
Algunas mujeres ancianas principalmente fueron bloqueadas desde la puerta uno por los antimotines que sin importarles la edad, amedrentaron a las féminas golpeando sus escudos contra el piso en forma amenazante. 
Aún así logró cruzar el grupo más nutrido de manifestantes que se instaló a las afueras de la puerta dos por donde accesaba la mayoría de los invitados al evento. Ahí, levantaron lo más alto posible sus pancartas con las que exigían atención de las autoridades federales y estatales, además, gritaban consignas. 
En un momento, antes de que iniciara el evento en el interior de Casa Guerrero, los manifestantes formaron una valla humana con la que a base de fuerza y empujones intentaron ingresar a la casa del mandatario estatal. 
Del otro lado de las vallas metálicas había un grupo de antimotines y agentes del Estado Mayor Presidencial que intentaron como pudieron frenar a los manifestantes que empujaban cada vez con más fuerza, a tal grado de derribar las vallas metálicas.
Estuvieron por un momento apunto de romper la valla humana que habían formado los uniformados, incluso, lograron jalar a un policía federal y amagarlo, pero sus compañeros alcanzaron a jalarlo y rescatarlo. 
Durante un lapso de 10 minutos se desarrolló ese altercado donde no faltó quien lanzara patadas contra los uniformados, pero del lado oficial, no faltó quien golpeara a alguien de los manifestantes con su tolete o con su escudo.
Sin embargo el hecho no pasó a mayores y más policías salieron de Casa Guerrero para reforzar la valla de antimotines, por lo que los protestantes no lograron su objetivo que era ingresar a Casa Guerrero para protestar frente al presidente de la República. 
Mientras duró el evento de Enrique Peña Nieto (dos horas), los vecinos de Tixtla permanecieron protestando a las afueras de esta residencia oficial sin que alguien saliera a atenderlos, por lo que concluido el acto y terminando de salir los funcionarios invitados, los protestantes se retiraron sin lograr que el presidente los atendiera.

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